Del 17 de marzo al 13 de abril, una empresa marroquí vasalla de las autoridades de ocupación ha construido un muro de 4 km. de largo en El Aaiún, rodeando el barrio periférico del 25 de Marzo, al este de El Aaiún, desde una distancia de 500 m. Según informaciones recogidas por Équipe Média, este tramo es el primero de un muro destinado a rodear toda la ciudad, que sería de 20 a 25 km. de perímetro.
El muro, de 1,70 m. de alto y 2 metros de ancho, va de la banda del Oued Essaguia hasta el punto de control situado en la carretera entre El Aaiún y Smara ocupadas. Ha sido construido con arena y rocas por la sociedad Omar Sbayou, que ha movilizado para las obras a 60 obreros, 4 bulldozers Poclain y 6 camiones.
El responsable, Omar Sbayou, es un antiguo elemento del ejército marroquí encargado de las detenciones de civiles saharauis, convertido en un hombre de negocios muy rico en el Sahara Occidental. Sus obreros son colonos marroquíes.
Las tierras por las que pasa el muro pertenecen a la comuna. Las autoridades de ocupación han decidido construir el muro sin ninguna consulta al pueblo saharaui, propietario legítimo de la tierra. Ninguna valla o cartel informa al público de la Wilaya, de la misma manera que los medios autorizados por el colonizador tampoco informan. Manteniéndose en el anonimato, algunos periodistas saharauis reconocidos por las autoridades de ocupación han admitido disponer de la información, pero con la prohibición de la Wilaya de difundirla.
El muro tiene consecuencias sobre la libre circulación de los ciudadanos saharauis y sujetos marroquíes, pero sobre todo va a obstaculizar el paso de las familias de beduinos saharauis con sus rebaños.
Es un muro similar al que el ejército marroquí construyó alrededor del campo de protesta de Gdeim Izik en 2010, para poder controlar a los veinte mil saharauis desplazados hasta allí en señal de protesta contra sus condiciones de vida tan mediocres.
En 1975 y en los siguientes años tras la invasión y la ocupación militar de una parte del Sahara Occidental, Marruecos construyó muros alrededor de todas las ciudades ocupadas para impedir a los ciudadanos saharauis que huyeran hacia los campos de refugiados, y también para proteger a sus colonos y los intereses de estos dentro de las ciudades. Estos muros no habían sido objeto de ningún mantenimiento tras la construcción de casas en barrios periféricos por colonos marroquíes, y fueron destruidos paulatinamente por el viento.
El muro actual, construido en un especial contexto internacional, levanta inquietud entre numerosos saharauis. Tras la anulación por la Corte Europea de Justicia, en diciembre de 2015, del Acuerdo agrícola de libre cambio UE-Marruecos por ser de aplicación en las zonas ocupadas, y la ruptura de relaciones diplomáticas entre estos dos protagonistas, más la visita del Secretario General de la ONU a los campamentos con la consecuencia de la expulsión por Marruecos de los agentes de la ONU para el mantenimiento de la paz en el territorio ocupado, el aislamiento de la región permite temer la multiplicación de la violencia en un espacio hermético.